domingo, 3 de febrero de 2013


HISTORIA DE LA PSICOFISIOLOGÍA

René Descartes fue un filósofo y matemático francés del siglo XVII, considerado como el padre de la filosofía moderna. Supuso que el mundo era una entidad puramente mecánica que una vez puesta en movimiento por Dios, seguía su camino sin intervención divina. 

Así para comprender el mundo, solo era preciso comprender su construcción. Para Descartes, los animales con instrumentos mecánicos: los estímulos del medio ambiente controlan su comportamiento. En gran medida su percepción del cuerpo humano era igual: una máquina, observo que algunos movimientos del cuerpo humano eran automáticos e involuntarios llamando a estas acciones “reflejos”. Descartes era un dualista, creía que todas las personas poseían una mente, un atributo exclusivo de los seres humanos que no estaba sujeto a las leyes del universo. Creía que la gente controlaba los movimientos del cuerpo, en tanto que este, por medio de sus órganos sensoriales, abastecía a la mente con información sobre lo que ocurría en el entorno. En particular defendió que esta interacción ocurría en el cuerpo pineal, un pequeño órgano que se ubica en la parte superior del tallo cerebral, enterrado bajo los hemisferios cerebrales. Cuando la mente decidía desarrollar una acción, inclinaba el cuerpo pineal en una dirección específica como un pequeño control, haciendo que el líquido pasara del cerebro al conjunto apropiado de nervios. Este flujo de líquido provocaba que se inflaran y movieran los propios músculos.

El modelo de Descartes fue útil porque, a diferencia de las especulaciones puramente filosóficas, pudo probarse desde el punto de vista experimental. De hecho, no paso mucho tiempo para que los biólogos demostraran que Descartes estaba equivocado. Por ejemplo Luigi Galvani, un filósofo italiano del siglo XVII, descubrió que el estímulo eléctrico en el nervio de una rama provocaba la contracción de los músculos a los que estaba unido. La contracción ocurría aun cuando el nervio y el musculo fueran separados del resto del cuerpo, de modo que ambas capacidades, la contracción del musculo y la del nervio para enviar un mensaje al musculo, eran características de los propios tejidos. Así el cerebro no inflaba músculos al enviarles un líquido a presión por medio del nervio.

Una de las figuras más importantes en el desarrollo de la filosofía experimental fue Johannes Müller, un filósofo alemán del siglo XIX. El insistía en que el conocimiento del funcionamiento del cuero solo lograría importantes avances eliminando o aislando en forma experimental los órganos de los animales, probando sus respuestas ante varias sustancias químicas y alterando de cualquier otro modo el entorno para observar las respuestas de los órganos. Su contribución más importante al estudio de la fisiología de la conducta fue la doctrina de las energías nerviosas. Múller observo que, si bien todos los nervios transportan el mismo mensaje básico (un impulso eléctrico) los mensajes de los nervios diferentes se perciben en formas distintas. Por ejemplo, los mensajes que transportan los nervios ópticos producen sensaciones de imágenes visuales y los que transmiten los nervios auditivos producen las sensaciones de sonidos. ¿Cómo es posible que surjan sensaciones diferentes a partir del mismo mensaje básico?, la respuesta es que los mensajes se transmiten por canales diferentes.

La defensa de Múller de la experimentación y las deducciones lógicas de la doctrina de las energías nerviosas específicas prepararon la escena para la realización de experimentos directamente sobre el cerebro. De hecho, eso hizo Pierre Flourens un filósofo francés del siglo XIX. Flourens elimino varias partes de cerebros de animales y observo su conducta. Al observar lo que el animal ya no podía hacer, deducía la función de la parte faltante del cerebro. Este método se conoce como ablación experimental (de la palabra latina ablatus, “eliminar”). Aseguro haber descubierto las regiones del cerebro que controlan el ritmo cardiaco y la respiración, los movimientos voluntarios y los reflejos visual y auditivo.

Poco después de los experimentos de Flourens, Paul Broca, un cirujano francés, aplico el principio de la ablación experimental al cerebro humano. No removió de manera intencional partes de cerebros humanos para ver su funcionamiento. En lugar de eso, observo la conducta de personas cuyos cerebros fueron dañados por ataques. El método de ablación experimental sigue siendo fundamental para comprender el cerebro humano y el de animales de laboratorio.
Como se mencionó antes, Luigi Galvani utilizo la electricidad para demostrar que los músculos contienen la fuente de energía que impulsa sus contracciones. En 1870 los fisiólogos alemanes Gustav Frisch y Eduard Hirzig usaron los estímulos eléctricos como una herramienta para comprender la fisiología del cerebro. Aplicaron una corriente eléctrica débil a la superficie expuesta del cerebro de un perro y observaron los efectos del estímulo. Descubrieron que al estimular diferentes partes de una región especifica del cerebro, provocaban la contracción de músculos específicos del lado opuesto del cuerpo. Esta región se conoce ahora como corteza motora primaria y es sabido que las células nerviosas en ella se comunican directamente con las que provocan las contracciones musculares.

También se sabe que otras regiones del cerebro se comunican con la corteza motora primaria y por tanto controlan las conductas. Por ejemplo, la región de Broca demostró que era necesaria para el habla, controla y se comunica con la porción de la corteza motora primaria que a su vez controla los músculos de los labios, lengua y garganta que se utilizan para hablar.

Alguien cuyas contribuciones a la ciencia fueron de las más brillantes del siglo XIX fue el médico y fisiólogo alemán Hernann Von Helmholtz, quien diseño una fórmula matemática de la ley de la conservación de la energía. Invento el oftalmoscopio (que se utiliza para evaluar la retina del ojo), diseño una importante e influyente teoría de la visión y ceguera del color y estudio la audición, la música y muchos procesos fisiológicos. Helmholtz fue el primer científico que pretendió medir la velocidad de la conducción a través de los nervios. Antes, los científicos creían que tal conducción era idéntica a la que ocurre en los alambres, que viajan aproximadamente a la velocidad de la luz. Pero Helmholtz descubrió que la conducción nerviosa era más lenta: solo de aproximadamente 90 pies por segundo (27 metros por segundo). Esta medición demostró que la conducción nerviosa era más que un mensaje eléctrico.


       

1 comentario:

  1. OK. el diseno, tiene relación con la asignatura, recuerden que es necesario citar, o colocar las referencias bibliográficas de todo lo que ingresen al blog ( imágenes, vídeos, textos), igualmente cuando ingresen un vídeo deben considerar el ingresar sus aportes frente al vídeo.
    les recuerdo la foto en el perfil de las integrantes del grupo.

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